Una niña pasea descalza por arenosos bajíos,
junto a aguas tallando sufridos surcos
en el agrietado lecho del río.
Danzan brillitos en su cabellera indócil.
En aisladas angosturas, la peque hundirá dedillos
en huecos calados
por charcos;
aguas subterráneas acarician panzas de piedra,
abunda fabulosa vida, cobijada por Padre Sol.
Agáchase la criatura
detrás
de dunas y rocas:
busca el cangrejo estepario que escarba
en pedregales moldeados por dioses
del valeroso Mapuche
- espíritu de robusta época-,
cuando Winca aún no había flagelado
este confín, ni fusilado el bruñido guanaco.
Huesos esculpidos visten de luminiscencia
Huesos esculpidos visten de luminiscencia
planicies abatidas por rojos vientos:
afluentes de hondonadas rara vez llegan al mar.
¡Mítico cielo
patagónico, indómito, azul,
bóveda imperiosa sobre
almas y cosas!
Escuálidos caballos gastan las bardas,
arrancan flacos penachos,
arrodillándose ante hilos de agua.
Mundo pleno de portentosos fulgores,
de aire vacuo, donde se oye
el tuc tuc de gallaretas,
o se presiente el halcón
perfilando fugaces criaturas
en los matorrales. Chimangos planean
en ociosos círculos sobre carroña,
como aviones aguardando aterrizaje.
La chiquilla respira energías
de esta Nada forjada por mano poderosa.
Compañera del sol estepario,
no arroja sombra su solitaria huella:
¿será un ser ficticio en la infinitud germinadora
de etnias y estoicos nómadas,
de resonancias, de ecos en inmemoriales rutas?
¡Niña patagónica! Claridad
sobre esta roca milenaria,
donde un cactus brotará una flor
de belleza asombrosa
… que perdurará una noche.
Notas:
Mapuche:
Gente de la Tierra, originarios de la Patagonia.
(Che:
gente, mapu: tierra;
)
Winca:
hombre blanco, extranjero, mentiroso;
Copyright: Silvia Evelina, Buenos Aires, Argentina, 2012.
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